También es conveniente decir que los telares de formato mayor a 2.50 de ancho (aunque el largo puede ser cualquiera) deben hacerse en dos partes, mismas que se unen cosiéndolos con mucha precisión para que dicha unión sea imperceptible.
Ahora bien, ¿cómo se hace un tapete de lana? Ya dijimos que la lana, la que sala de la oveja se carda, se estira se lava y se termina convirtiendo en un hilo de cierto grosor. Para otros usos y para tejer prendas de vestir el grosor del hilo es mucho menor.
El proceso, evidentemente se inicia trasquilando las ovejas, los borregos, o como se le quiera llamar al animal que tiene lana en su pelaje. Este material se empaca en costales, en algún momento, en las rancherías cercanas a San Miguel las personas que tenían ovejas la tiraban, no le daban un uso. De vez en cuando venía gente del estado de México y la compraba o en Doctor Mora, pero hacían lana muy delgada para gabanes o cobijas
Después de trasquilarla se mete a un "sacudidor" o se lava primero en unos canastos grandes en el río, se tiende y se pone a secar. El sacudidor tiene un rodillo con púas, pero gira a gran velocidad y la va sacando, la abre y sale esponjada, ahí se desprende la tierra que tenga. De ahí pasa a la carda que es una máquina con diferentes rodillos y más adelante una cabecera va dividiendo la lana, sale un tipo de velo, que cortan unas correas. Sale un pabilo que se ve enredando de ahí pasa a un torcedor y con seis de esos pabilos se hace lana que requiere el señor Nolasco para sus tapetes. Pero observando el hilo de esta madeja se ve en determinados puntos irregular, no de un grosor siempre uniforme, pero ello es propio de un proceso artesanal.
Sabemos que, en cualquier tejido, al conjunto de hilos que se colocan en sentido "vertical" se le llama urdimbre. Al conjunto que se va intercalando con los hilos de la urdimbre se le llama trama.
La urdimbre de estos tapetes está compuesta por un hilo mucho más delgado que, además no es de lana, pero es muy resistente, tendrá un milímetro de diámetro en tanto que los hilos de lana de la trama tendrán unos cuatro milímetros de diámetro.
(Cabe recordar que antiguamente, el lunes de la fiesta de corpus, fiesta de los gremios, en nuestra población, se dedicaba a los trapicheros, personas que colectaban la lana entre quienes tenían ovejas y elaboraban hilos para tejer zarapes, también que en el museo dr. Mora, estaba está un enorme telar bastante antiguo. Me comentó nuestro artesano que tiene conocimiento de que, efectivamente, sobre todo por el rumbo del Calvario había estos trapicheros, hacían cobijas y gabanes, pero cardaban la lana con cardillas de mano, pero como era lana muy delgada ameritaba muchos hilos y mucho trabajo para cada pieza. Y acababan siendo muy caras o, como suele suceder, muy mal retribuidas).
Cuando don Benjamín me comenzó a hablar de los telares yo me imaginaba un bastidor, como una mesa, en dos de cuyos extremos se tensaba la urdimbre y luego con algún tipo de aguja la trama iba pasando, por arriba y por debajo de la urdimbre para hacer el tejido.
Mi imaginación acertó parcialmente: primero, no tiene aspecto de mesa o de superficie plana, parece una máquina de gran tamaño en todas dimensiones y, pese al ordenado y bello trabajo que se obtiene, el aspecto de los elementos que lo integran es caótico para el observador inexperto. En segundo lugar, los hilos de la urdimbre sí se colocan de manera vertical pero otros elementos los tensan hasta colocarlos horizontalmente, más singular aún, el tejedor no va pasando el hilo de la trama alternadamente, arriba y abajo, un mecanismo de este telar hace que suban y bajen los referidos hilos alternadamente. Este mecanismo se acciona con pedales, más correctamente llamados pisaderas. Adicional a esta complejidad, que sin lugar a dudas acelera el trabajo, otro elemento, al que llaman peine, desciende en cada paso de la trama y compacta el tejido en proceso. Si describir este telar es complejo, imagino los años que llevará aprender a utilizar y darle los cuidados y mantenimientos necesarios.